La fragancia se abre con tabaco incandescente, que arde con pimienta rosa, canela y cardamomo. El corazón revela la luz voluptuosa del sándalo y los delicados matices del jazmín, que recuerdan a las estrellas que brillan en el cielo nocturno, junto con el dulce resplandor del heliotropo, la flor que sigue al sol. La base sensual, amaderada y ámbar de la fragancia está formada por una nota vigorosa de pachulí, la profunda riqueza de la vainilla Bourbon y las notas oscuras y melosas del haba tonka, a las que se suma el encanto adictivo del bálsamo de tolú y el benjuí.